Para dejar la pena que en el alma Llevo clavada desde tiempo atrás, Busco en la ampolla de morfina calma Y me parece que se clava más. Hundo la aguja, entonces, tan violento Buscando ansioso la verdad del mal, Que hasta el crujido de la pena siento Quebrada por el mágico puñal.
Por mi cuerpo cansado se extiende El diabólico y tibio licor Y en mis venas la vida se enciende Entre ensueños de gloria y amor. Mi cerebro encantado delira, Suena alegre la muerta canción Y tu ausencia es amable mentira Y mentira tu helada traición.
Resplandece la senda perdida Incitando mi paso a volver, Con ternuras de imagen querida Que me vuelve a besar como ayer. A lo lejos se muestra el destino Entre tonos de suave color, La esperanza me alumbra el camino Y a mi lado sonríe una flor.
Pero después, la sombra despiadada De mi separa la felicidad, Al castigar mi vida atormentada El latigazo de la realidad. Vuelve la pena y más brutal que antes A mí la impulsa una razón fatal Del bienestar gozado unos instantes Fue sólo un "paraíso artificial".