Abuelita Dominga era muy vieja y vivía en el barrio de los candombes. Del carnaval de Rosas no se olvidaba al cantar esta copla roja de amores:
Rosa morena, de la estrella federal, yo se que tu alma está llena de un pasión que es mortal. Rosa morena, todos la vieron pasar, en su garganta morena sangraba un rojo collar.
Abuelita Dominga siempre lloraba al recordar la historia de amor y sangre. Y me dio esta guitarra para que un día, la cante como nunca la cantó nadie.
Rosa morena, muerta en los cercos en flor la vio una noche serena todo el Barrio del Tambor. Rosa perdida aún dice el viejo cantar que le quitaron la vida porque quiso traicionar.