y me he enredado siempre entre algas, maraña contra los dedos. cierras la madeja con el fastidio del destino, y el mordisco lo dan otros; encías ensangrentadas, miradas de criminales, a grandes rasgos, podrías ser tú. echar el ancla a babor y de un extremo la argolla y del otro tu corazón. mientras tanto, te sangra. y el mendigo siempre a tu lado, tu compañero de viaje. cuando las estrellas se apaguen, tarde o temprano, también vendrás tú. duerme un poco más, los párpados no aguantan ya, luego están las decepciones cuando el cierzo no parece perdonar. sirena, vuelve al mar, varada por la realidad. sufrir alucinaciones cuando el cielo no parece escuchar, dedicarte un sueño, cerrar los ojos y sentir oscuridad inmensa, entregado a una luz, como un laberinto de incertidumbre. esquivas la pesadilla. y sobrevolar el cansancio y en un instante, en tierra otra vez. el miedo a traspasar la frontera de los nombres, como un extraño. dibuja la espiral de la derrota y oscurece tantos halagos, sol, en la memoria que se va... y duerme un poco más, los párpados no aguantan ya, luego están las decepciones cuando el cierzo no parece perdonar. sirena, vuelve al mar, varada por la realidad. sufrir alucinaciones cuando el cielo no parece escuchar.
Compositores: Enrique Ortiz de Landazuri Izarduy (Bunbury Enrique), Joaquin Cardiel Gerico (Heroes Del Silencio), Pedro Luis Andreu Lapiedra, Juan Valdivia Navarro ECAD: Obra #14459151 Fonograma #748137