Gira tu vals del diez y ocho, ¿sabés?, se lo escribí con amor a tu nostalgia.
Gira tu vals, gira que gira y su son se sienta al piano a pensar tu juventud.
Cuando alumbrabas vos la vida del tiempo aquel que fue mejor, toda de lámpara vestida, con flecos hasta en el rubor.
Gira tu vals, me pongo el frac, ¡por favor!, vamos los dos a bailar.
Y tu memoria de abuela ya se cuajó de pimpollos. Por vos, ¡hay que ver!, los buenmozos de ayer suspiran haciendo roncar sus cupés.
Tu corazón se peinó a la Garçon y tu pudor lleva corset. Y a tu hermosura un poeta la toma por la cintura: el dulce ladrón que a su vida te ató aquel que ya no está.
Gira tu vals del diez y ocho, ¿sabés?, que en la emoción se te ven los quince años.
Gira tu vals gira que gira y su son usa polainas; también toma rapé.
Brilla en tus ojos la alegría de cuando se firmó la paz, y en cartón lleno y lotería, bailás foxtrot y lo cantás.
Gira tu vals que el nieto loco escribió, vamos los dos a soñar.
Trenzan tus canas de abuela lunas del año diez y ocho, y John Barrymore desde un cine a pedal te dice un piropo con voz de alcanfor.
Bebe tu ayer su copita de anís y el bastidor, borda el final:
con un retrato en las manos te vas quedando dormida. Y el rayo de luz que te besa al dormir, el que ya no está.