De satén y color negro, la pollera. De charol y tacos altos, los zapatos. Dibujando garabatos, del ritmo que se adueña tu estampa de porteña.
Tu conoces el secreto de los tangos y es por eso que los bailas como nadie. Y en los brazos que te abrazas, que mística que pasas, danzando en el salón.
Sacerdotisa del tango, sacerdotisa sentida. Rito es la danza en tu vida y el tango que tu amas te quema en su llama.
Sacerdotisa del tango, que en los salones de rango, bailas en brazos de un hombre que luce el renombre de gran bailarín.