Cuando la luna brilla y acuna a las caracolas y cuando alumbra tu piel desnuda sobre las olas, la luna siempre será con su blancura de sal: Luna española. Cuando la danza en tu cuerpo lanza una bataola, no tengas duda que por fortuna hay una sola danza que te haga encender, danzando hasta enloquecer, danza española. Tan española como el vino de Jerez, como el Quijote y las guitarras de Aranjuez, como el capote que arrojé para tus pies. Española, la gracia de tu salero. Española, la maja que yo más quiero... La marca de gasolina que en la Argentina sacan de mi pozo petrolero. Española, tu peinetón, tu mantilla. Española, tu cruz y tu cadenilla y la cadena de hoteles con los niveles más altos de todas las Antillas.... españolas. Hoy en la plaza un grito arrasa y las banderolas se agitan fuerte por los valientes que van ahora a armar la fiesta sin par, de toro, sangre y ritual. Fiesta española. Tan española como el barco de Colón, el abanico, la muñeira y el jamón, las castañuelas y la Santa Inquisición. Española, tu cielo, tu sol, tus ríos. Española, mi miedo y mi escalofrío, volando con tus aviones que son peores que los de la época en que eran míos. Española, tu historia me ha cautivado. Española, me hablas desde el pasado y me hablas con el teléfono que les hemos por dos monedas privatizado....