Vimos desde el cuarto despertar el dĂa, y sonar el alba en la torre la vela. Dejaste mi brazo cuando amanecĂa y en mi boca un gusto a menta y canela. Serrana para un vestido yo te quiero regalar. Yo te dije está cumplio, no me tienes que dar ná. Subiste al caballo te fuiste de mĂ, y nunca otra noche mas bella de Mayo han vuelto a vivir