Apresúrate despacio, amor mío, que la noche Reclama nuestra presencia. Es la calma y sus acordes Hoy el lujo imprescindible que nos arrebata el mundo, Los recuerdos olvidados, música callada de estos días de luto.
Apresúrate despacio, que estos días no te esperan, Que este eterno presente no les mostrará clemencia, Para aquellos que, realistas, han pedido lo imposible, Para nuestras simples complicaciones, para nuestras cicatrices.
Puede que sí, que morir sea parte de la vida. Hoy más que nunca, el planeta y sus mentiras. Lluvia que quema, gente que espera, niños soldado, Muertos vivientes en la fiesta del club de los solitarios.
Puede que sí, que la historia del futuro, la del mañana Se escriba sin estrellas, nueva y mejorada. Luces oscuras, emergencias rutinarias, armas inteligentes, Caos controlado, noticias del diario, hoy es siempre.
Apresúrate despacio, que hoy me encontré perdido. Hoy he de romper el tedio, su pacto sin compromiso. Hoy creo estar seguro de poder sobrevivir a esta muerte, De romper esta cadena que me abraza, de una tregua permanente.
Puede que sí, que morir sea parte de la vida. Hoy más que nunca, el planeta y sus mentiras. Lluvia que quema, gente que espera, niños soldado, Muertos vivientes en la fiesta del club de los solitarios.
Puede que sí, que la historia del futuro, la del mañana Se escriba sin estrellas, nueva y mejorada. Luces oscuras, emergencias rutinarias, armas inteligentes, Caos controlado, noticias del diario, hoy es siempre.