Nos han dicho que el Gran Jefe el que habita en Washington quiere comprar estas tierras desde el monte hasta el gran Cañón. No entendemos como puede vender o comprar el sol si a nadie nos pertenece el destello de esta flor. ¡Hombre blanco! No tejemos la vida, somos uno de tus hijos. Si deshaces el tejido te deshaces a ti mismo. Si le vendemos la tierra deberá usted recordar que los ríos son la sangre de los que están más allá. Para que escuchen sus hijos el agua con atención son recuerdos de mi pueblo es mi padre con su voz. ¡Hombre blanco! No tejemos la vida, somos uno de tus hijos. Si deshaces el tejido te deshaces a ti mismo. Deberán saber sus hijos la tierra que pisarán son cenizas de los muertos que tuvieron que marchar. Las vidas han abonado semillas que crecerán cuando escupan sobre el suelo sobre si mismos lo harán. ¡Hombre blanco! No tejemos la vida, somos uno de tus hijos. Si deshaces el tejido te deshaces a ti mismo. El aire que respiran los humanos o el castores el mismo para el árbol el ser que recién nació. Pero ustedes no recuerdan que tienen respiración por un ser agonizando insensible al mar olor. ¡Hombre blanco! No tejemos la vida, somos uno de tus hijos. Si deshaces el tejido te deshaces a ti mismo.