Me soñé muerto y que te hallabas frente a mi cadáver
que no podías soportar el llanto que estabas hecha toda sufrimiento.
Seguí soñando y que a principio me extrañabas mucho
pero bastaron tan solo unos días y al fin ley de la vida me fuiste olvidando.

Innumerables veces me has dicho
que si algún día te faltara te morirías también,
tu inexperiencia te hace decir esas cosas y la mía creerlas.

Me soñé muerto y desde entonces vivo con la idea
que en este mundo no hay cariño eterno,
que lo que no miras muy pronto lo olvidas.

Innumerables veces me has dicho
que si algún día te faltara te morirías también,
tu inexperiencia te hace decir esas cosas y la mía creerlas.

Me soñé muerto y desde entonces vivo con la idea
que en este mundo no hay cariño eterno,
que lo que no miras muy pronto lo olvidas.


(J. C. M. P.)