¡Eres tan egoísta...! Sólo piensas en ti. Vienes en mi busca cuando necesitas cuartelillo, y en cuanto lo consigues me dejas y te vas sin fumarte, siquiera, un cigarro conmigo. Siempre la misma jugada. Me utilizas y a otra cosa. No hablamos nunca de nada. Ni te esfuerzas en mentir. Ni me sacas a cenar. Ni te quedas a dormir. No sé quién eres tú ni lo que soy para ti. Si hay algo entre tú y yo te importa un pito. No sabes que vivo pendiente de ti y tengo también mi corazoncito. Así le habló la rama al pajarillo... Vienes en mi busca cuando necesitas cuartelillo. Y así lo repetían, desencantados, una musa a un poeta y un voto a un diputado. Y el cordel a la peonza, y un rayo de sol a un viejo, y las montañas al eco, y el soldado al comandante; y la guitarra a la canción y la canción al cantante. No sé quién eres tú ni lo que soy para ti. Si hay algo entre tú y yo, te importa un pito. No sabes que vivo pendiente de ti y tengo también mi corazoncito. ...Pero te prevengo que no voy a permitir que sigas jugando con mis sentimientos. Vendrás a buscarme cualquier día de estos y tal ves entonces ya no estaré aquí... No sabes que vivo pendiente de ti.