Nada tienes que temer, al mal tiempo buena cara, la Constitución te ampara, la justicia te defiende, la policía te guarda, el sindicato te apoya, el sistema te respalda y los pajaritos cantan y las nubes se levantan.
Cruza los dedos, toca madera. No pases por debajo de esa escalera. Y evita el trece y al gato negro. No te levantes con el pie izquierdo.
Y métete en el bolsillo envuelta en tu carta astral una pata de conejo por si se quiebra un espejo o se derrama la sal.
Y vigila el horóscopo y el biorritmo. Ni se te ocurra vestirte de amarillo. Y si a pesar de todo la vida te cuelga el «no hay billetes» recuerda que pisar mierda trae buena suerte.
Toca madera, toca madera. Cruza los dedos, toca madera.
Nada tienes que temer... Arriba los corazones... Nada tienes que temer pero nunca están de más ciertas precauciones.
Cruza los dedos, toca madera. No pases por debajo de esa escalera. Y evita el trece y al gato negro. No te levantes con el pie izquierdo.
Que también hacen la siesta los árbitros y los jueces. Con tu olivo y tu paloma camina por la maroma entre el amor y la muerte.
Y vigila el horóscopo y el biorritmo. Ni se te ocurra vestirte de amarillo. Y si a pesar de todo la vida te cuelga el "no hay billetes" recuerda que pisar mierda trae buena suerte.
Toca madera, toca madera. Cruza los dedos, toca madera.
Y ajústate los machos, respira hondo, traga saliva, toma carrera, y abre la puerta, sal a la calle, cruza los dedos, toca madera.
Toca madera, toca madera. Cruza los dedos, toca madera.