Amasado entre oro y plata de serenatas y de fandango; acunado entre los sones de bandoneones nació este tango. Nació por verme sufrir en este horrible vivir donde agoniza mi suerte. Cuando lo escucho al sonar, cuando lo salgo a bailar siento más cerca la muerte. Y es por eso que esta noche siento el reproche del corazón.
La abandoné y no sabía de que la estaba queriendo y desde que ella se fue siento truncada mi fe que va muriendo, muriendo... La abandoné y no sabía que el corazón me engañaba y hoy que la vengo a buscar ya no la puedo encontrar... ¡A dónde iré sin su amor!
Al gemir de los violines los bailarines van suspirando. Cada cual con su pareja las penas viejas van recordando. Y yo también que en mi mal sufro la angustia fatal de no tenerla en mis brazos, hoy la quisiera encontrar para poderla besar y darle el alma a pedazos... Pero inútil... Ya no puedo... Y en sombra quedo con mi ilusión.