Amarrao a la carga de mi ventura, dura, muy dura... caminé noche amarga la senda oscura, larga, muy larga. Pero tu amor al brillar, cual nuevo sol iluminó mi camino, y señaló mi destino y restañó mi dolor...
Porque eres, Clara, la claridad resplandeciente de la bondad, lumbre de luna, de plata, fulgor y que no quema ni mata, claror como la luna en los lares, color, como la luna en los mares, candor, tu has bañado mi vida, Clarita querida, en la luz de tu amor...
Paria errante en la larga pampa sin fin, navegante sin rumbo cierto en el mar, en el vagar sin norte de mi existir fuiste, Clara, como una gran claridad...
Luz de luna en un cielo sin arrebol, luz de estrella en el puro azul del confín, quiera Dios que no tenga mi noche fin, porque tu eres mi sol...