Como el cuento que mi madre me contaba, mientras suave acariciaba con sus manos mi niñez, de la niña de los ojos verdemar, con labios de clavel y risa de cristal. Como el cuento de la bella princesita que a un galán le prometió dar todo el corazón, mas después le pagó con engaño y el cuento de antaño vivimos los dos.
Un día llegaste a mi vida trayendo la fe de un querer. Me diste con él la alegría del sueño de toda mi vida. Recuerdo de un cuento lejano tus ojos de mar y tu sonrisa, igual que el cuento aquel yo te perdí, iba muriendo la ilusión que me forjé por ti.