Por un capricho me abandonaste sin hacer caso de mi dolor y desde entonces fue triste suerte la que el destino te deparó. Pronto te viste ya abandonada, rota, por siempre, toda ilusión, vas tranco a tranco, vendiendo amores llevándote un vacío dentro del corazón.
Tranco a tranco por las calles, tu vida irá pasando, tu lindo amor... sin que en tu largo camino ninguna mano amiga puedas encontrar. Tus negros ojos no tienen aquella alegre expresión, hoy miran tristes y fríos llenos de desolación.
Vos a mí lado eras muy dichosa nada conmigo te hacia faltar y pretendiste vender las alas porque quisiste alto volar. Pero la vida fue el torbellino pronto te hizo precipitar y así caíste en el vacío sin que nadie ya te pueda jamás levantar.
Y te vas muy solitaria porque tu alma no encuentra ya más amor y tu vida, tranco a tranco, se va por la pendiente del más cruel dolor. Tus negros ojos no tienen aquella alegre expresión, hoy miran tristes y fríos llenos de desolación...