Fuimos trayendo las penas de los que nunca pudieron tocarse. Amanecidos de lo mismo por ese sol traidor.
Y ahora junta las penas de los demás arriesgando la fé. Junta las penas de los que no duermen ya y al dolor.
Junta la paciencia de los que no vuelven abrazando la ironía de los que no pierden y cada vez que alguien toca no creen que alguien vea el cielo que no ven hoy.
A ver lo mismo, a ver... Suben al cielo, él se pira un atajo de su sendero.
Se descubre soñando, tomando a la inocencia y se acuerda y sufre se quema la cabeza. Corazones formados de árbol y raíces y de flores que vuelan se esparcen por los mares.
Cuanto más tiempo me llevará hacerme amigo de mi soledad.
El sol no para de dar vueltas, no. Qué es la noche sino la oscuridad del día y estando de día de qué me sirve el sol si ya no te alumbra. De qué me sirve el sol si ya no te alumbra.