Mientras la luna serena baña con su luz de plata como un sollozo de pena se oye cantar su canción; la canción dulce y sentida que todo el barrio escuchaba cuando el silencio reinaba en el viejo caserón.
Cuentan que fue la piba de arrabal, la flor del barrio aquel que amaba un payador. Sólo para ella cantó el amor al pie de su ventanal; pero otro amor por aquella mujer, nació en el corazón del taura más mentao que un farol, en duelo criollo vio, bajo su débil luz, morir los dos.
Por eso gime en las noches de tan silenciosa calma esa canción que es el broche de aquel amor que pasó... De pena la linda piba abrió bien anchas sus alas y con su virtud y sus galas hasta el cielo se voló.