¡Vamos muchachos, otra vuelta! Que mi alma está contenta y yo quiero olvidar. Todos conocen la mentira de esta falsa alegría que en copas quiero ahogar. Ella, ella sólo es la culpable, ella, nadie más y ya lo saben. Ella, con sus ojos y mis penas son la causa y la condena de este amor que no es amor.
Este amor, que se ha clavado en mi amargura. Este amor, que hay adentro mío, es mi tortura. Muchas veces, me parece que la olvido y es extraño ella vuelve y despierta mi ansiedad. Flor de noche, que mi vida ha destrozado si me siento encadenado cada vez te quiero más.