Soñó con la ilusión de ser feliz junto al calor de ese querer, que no pensaba hallar nunca jamás. Mas vi que no era pura ensoñación sino que así, tal cual sentí te amó en la realidad, cuando te conocí.
Porque eres para mí la inspiración, quiero cantar con nuestro amor el bello madrigal que encierra esta canción. Después, tú me dirás si conseguí tu corazón y yo seré, Rosita, para ti sentido adorador.
Sos música celestial que turba mi soledad. Sos luz de sol la noviecita ideal que viene a curar mi mal con bondad.
Porque tenés la virtud de comprender mi dolor. Dame, mujer, de tu boquita de miel un beso ardiente y en él, el amor.
Yo sé que a tu ventana volverá aquel galán que te cantó sus promesas de amor, que yo escuché. Tal vez una esperanza alentará, esa ilusión que hace vivir las horas de inquietud que llena de ansiedad.
Y al ver que ya no sales buscará con el afán que te busqué con este madrigalque llena mi canción. Entonces, él sabrá que conseguí tu corazón y nadie más Rosita, te querrá, como te quiero yo.