¿Qué es lo que hago aquí arriba en esto que parece un puente? Aunque el agua pasa por encima y ahí abajo veo correr a la gente
No sé que hago enganchado en este viaje de locura y muerte Un nombre que no era mi nombre fue su adiós al volar para siempre.
No sé como tan alto he llegado, cegado por noches de silencio y nieve. Fuí empujado a la escala del diablo por Dios, una mujer, o quizás la mala suerte.
Mientras lagrimas de estrellas esperan lamiendo las piedras, vestidas de sangre, vestidas de luz, tratos de parejas, disfraces de cruz.
Once minutos, once. Once pecados, once traiciones. Once minutos... Once fracasos, once ilusiones.
Once minutos, once. Once caricias, once golpes Once minutos... Once campanadas de fin de año... media noche.
(Solo)
Segovia dos mil, año de gracia, año del señor. Fin de siglo, engaño, moda, diseño, y aún hay quien se quita la vida por esa mentira que siguen llamando amor.
Es un abismo donde estoy, no es un puente El asfalto me arrastra y me espera Mientras vivo un sueño que ha soñado otro Pobre loco, pobre loco...
Cuota de agua en la corriente del tiempo Cientos de noches de cinco días Deseos, lagrimas, sonrisas ¿Quien puede adivinar que pasara bajo el sol?
Hay quien cuenta haber oido La risa del diablo por encima del ruido, de la tempestad de Dios. Se abrazan los dos Y tu llora, llora, como ahora lloro yo...
Once minutos, once. Once pecados, once traiciones. Once minutos... Once fracasos, once ilusiones.
Once minutos, once. Once caricias, once golpes Once minutos... Once campanadas de fin de año... media noche.
Once minutos, once ocasiones. Once disparos, once rencores. Once sollozos, once sonrisas Once lagrimas, once risas.
Once mandamientos, once mentiras Once verdades que matan la vida.