En la Torre de Babel vivían cincuenta cigarros vivían amontonados hechos todos de papel
Uno a uno alineados todos muy bien formados El más pequeño era aquel y se llamaba Gabriel
Tabaco fino, algodones iban a ver el río Iban cantando canciones, muertos de frío La pasión de Gabriel era nadar en el río Le contó de esto a su tío que era un cigarro de miel
Su tío que era muy viejo no le puso reparos y cuendo llegó el habano forrado entero de café "Dónde se metió Gabriel" preguntó inquieto el habano "Se fue con otros cigarros a ver el río correr" "No lo puedo creer. Eres muy mal ciudadano, pues tu sobrino y hermano tal vez nunca pueda volver"
Cuando llegó el habano a la orilla del río vió un pequeño cigarro muerto, abierto & tendido. Estaba todo mojado sin señales de vida. El tabaco se desprendía, quedaba desparramado
Tristeza, llantos, lamentos reinarán desde hoy en Babel. Se nos ha muerto Gabriel, todo ha quedado en silencio.
Solamente un buen fuego puede dar muerte a un cigarro pero si muere mojado es igual que si a un hombre lo mataran colgado colgado