En tu vida de milonga, pa' triunfar a toda costa, fuiste grela la más posta, más diquera que un bacán y acoplaste tu ventura a la suerte de un gilberto, a quien yo llevaba muerto desde el pique sin peinar.
Hoy que estás enfarolada, que juntaste mucho vento, me largás a barlovento, de mi pinta te esgunfiás, porque lo cachaste al merlo y está el boncha más metido que peludo dolorido en la cueva de tu amor.
Se cortó la redoblona, me fallaste a la cabeza, me dejaste de una pieza sin saber dónde rumbiar, pero luego, más sereno, tu aspamento me dio risa, que hasta en eso se precisa tener cancha pa sobrar...
Me ganaste en la llegada, garabita la piú bella... Continuá la cinderella ya que el juego se te dio... Y mañana si te amuran, cuando se aburra el otario, si vos me creés necesario, ya sabes donde estoy yo.