Esas tierras del rincón las sembré con un buey pando. Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando.
Cuando llegué a media tierra el arado iba enterrado, se enteró hasta la telera, el timón se le zafó, el yugo se iba pandeando, el barzón iba rozando, el sembrador me iba hablando, yo le dije al sembrador:
"no me hable cuando ande arando".
Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando.
Cuando acabé de pizcar vino el rico y lo partió. Todo mi maíz se llevó, ni pa’comer me dejó. Me presenta aquí la cuenta: "Aquí debes 20 pesos de la renta de unos bueyes, 5 pesos de magueyes, una nega tres cuartillas del frijol que te prestamos, una nega tres cuartillas del maíz que te limitamos. 5 pesos de unas fundas, 7 pesos de cigarros, 6 pesos no se de qué, pero todo está en la cuenta, a más de los 20 reales que sacaste de la tienda. Cuanto del maíz que te toca no le pagas a la Hacienda, pero cuentas con mi tierra para seguirla sembrando.
Ora vete a trabajar pa’que sigas abonando"
Nomás me quede pensando, sacudiendo mi cobija, haciendo mi cigarro de hoja: "que patrón tan sinvergüenza todo mi maíz se llevó para su maldita troje".
Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando.
Cuando llegué a mi casita me decía mi prenda amada:
"¿ontá el maíz que te tocó?". Le contesté yo muy triste: "el patrón se lo llevó por lo que debía en la Hacienda, pero me dijo el patrón que contará con la tierra para seguirla sembrando.
Ora voy a trabajar para seguirle abonando 20 pesos 10 centavos más lo que salgo restando". Me decía mi prenda amada: "no trabajes con ese hombre, nomás nostá robando, anda al salón de sesiones, que te lleve mi compadre, ya no le hagas caso al padre, él y sus excomuniones, qué no ves a tu familia que ya no tiene calzones, ni yo tengo ya faldilla ni tu tienes pantalones". Nomás me quede pensando pue’ que deje a mi patrón me decía mi prenda amada: "que vaya el patrón al cuerno, como estuviéramos de hambre, si te has de seguir creyendo lo que dicen en los medios, pura manipulación y mentiras del gobierno.
En el campo está el patrón, los finqueros y asociados, guardias blancas y matones, nomás explotando pueblos, van secando nuestra tierra. Y allá en las ciudades los policías corruptos, los mafiosos y banqueros, nomás chupando la sange a la gente, a los obreros. Es por eso que Zapata ahora cabalga de nuevo: la revolución civil, viva el autogobierno".