Los ojos son ventanas, portales lagrimales de un vagar terrne. Guiños tiernos de animal herido, lotos frescos en parpados abiertos. Todos somos hijos del vaiven. Cazador cazado, calido gemido. Heraldos dormidos de un tremulo roce, barrera en el sonido, pajaro sin norte. La risa es el torrente que cuando cae alto reverbera el alma. Cola de cometa en risa que arrebola, que eterno te dispersa por instantes. Todos somos hijos del vaiven. Cazador cazado, calido gemido. Ventanas abiertas al relente de la noche, centros de universos, muñecos de resortes. Si es que sincero he de ser y me escuchais, os contare que hoy me siento un poco solo. Solo un poco. Si he de ser sincero, hoy me siento un poco solo. Solo un poco. Y hay tantos hoy en un instante... Un pasado roto no es nada. Al final te das cuenta de que nunca estuvo entero del todo. Tu sabes de los vaivenes del animo, de lo deprisa que pasan los años, del reptar de las obligaciones, de lo poco que duran los momentos brillantes. Todos somos hijos del vaiven. Cazador cazado. Calido gemido. Si es que sincero he de ser te contare que hoy me siento un poco solo. Solo un poco. Si he de ser sincero. Tu sabes que los dias apenas nos dan para un vivir apresurado. Tu sabes que tuvimos alas, que el presente ya es pasado, que se puede acampar al pie de las montañas y hacer un fuego blanco junto a un lago.