Era un guapo sin grupo, con un feite en la jeta, la melena recortada. Me engrupió ya de entrada con su mucha carpeta y su charla descarada. Pero al fin una tarde, revolié la chancleta y pegué la disparada. ¡Cha! qué lindo metejón yo infeliz, él tiburón encontré la trampa abierta y caí como un ratón.
A su lao fui desgraciada, pero también me divertí. Me dio muchas cachetadas pero también me hizo reír. Y no estoy arrepentida, porque debe la mujer aprender a callar y si hoy manyo bien la vida se lo debo acreditar al que me hizo debutar.
Era un guapo sin grupo, si no estaba en cafúa era pura carambola. Pa'l laburo era reo, pero en cambio era púa para el naipe y pa' la viola. Cuando había carrera palpitaba sus fijas ubicao en la perrera, si ganaba, gran festín, meta farra y restorán, si perdía me fajaba, era un tigre mi bacán.
Era bruto y mano larga si retobármele intenté, pero en horas bien amargas, igual que un padre pa' mí fue. Hoy coqueta y pelechada, me entristece recordar qué será del bacán que con mano bien templada pudo regularme el tren y hacerme una mina bien.