Ya los bailongos de antaño se fueron, ya nadie se luce en una milonga, ahora otros bailes de Europa vinieron que todos parecen la "ronda catonga". Si no se puede creer... que haya cambiado la muchachada y que ese raro bailar oponga a una milonga bien cepillada como aquellas del ayer.
Ya no suena en el bandoneón el canyengue del milongón, el que lleva la raza criolla bien escondido en el corazón. El que su ritmo desarrolla con compadrada y con orgullo porque su ritmo es todo suyo y está lleno de emoción... Que comience el peringundín a los sones del bandoneón y acompañar esta milonga con los latidos del corazón.
Bailes de gringos se bailan ahora y el criollo, prendido a su nuevo camote, quiere olvidar la milonga cantora alzando la pata como un monigote.
¡Si no se puede creer...! Cuando te miro, milonga mía, Abandonada por el foxtrot, con qué profunda melancolía yo me acuerdo del ayer.