Milonga del gallo ‘e fuego, “calientita” como el pan, Un latir de mariposas Cuando encuentran su compás. Es una memoria en cueros Que no hay forma de aquietar, De desgarros y tibiezas, De regresos por viajar.
No quiero que a mí me digan lo que quiero y lo que no, Las manos de mis hermanos saben tanto como yo. Una pluma enciende brisas, un plumero, un ventarrón... Plumita, escribí en las piedras que la sangre es un tambor
Milonga, nunca te olvides Que no me quiero olvidar: Que en un invierno terrible Nos quitaron de abrazar A los que nos enseñaban Las canciones y el soñar Y luego a otros que aprendían Lo que les podíamos dar.
No quiero que a mí me digan lo que quiero y lo que no, Las manos de mis hermanos saben tanto como yo. Una pluma enciende brisas; un plumero, un ventarrón El mundo era una promesa y nosotros, su canción
Flor roja de la impaciencia, Perfumá mi corazón Y envolveme en esas voces Que la calle me guardó. Milonga del gallo ‘e fuego, No hay p’alante ni p’atrás, Aquellos que yo he parido Vienen conmigo a la par.
No quiero que a mí me digan lo que quiero y lo que no, Las manos de mis hermanos saben tanto como yo. Cuando pienso que hay un cielo de un azul que nunca vi No quiero pájaro en mano... ¡prefiero volando mil!