Me dijiste "píntame" y pinté una luna luna de cuarto menguante con guante de podar, que con la otra mano agita cacerolas con el ruido de las olas que las tiene enamorá y lloraste al verla: "imagínate que te pinto yo a ti un sol radiante y lo pongo delante pa cuando no estés"
que me corten el gaznate si no veo que se baten mariposas a tu ander si no lloro una bahía cuando estés loca perdía de conmigo cojear
le pedí que no me ataras y empezamos con los nudos en las manos, los grilletes y el bozal, que más tarde, cuando el día no ejerza con la camisa de fuerza nos pondremos a bailar, y trastabillar entre tanto pie que no sabe trabarnos ni sabe quitarnos las llaves del anochecer
que mala muerte me venga o me rebanen la lengua si te quise querer mal tú me diste tanta fiebre, yo te di perro por liebre y nos quedamos en paz.
que si la noche se estaba encuerando no fue para verme lo que quería es cincuenta y la cama ¿con quién?, daba igual con troncos viejos que con calaveras, que esconden los dientes con dedos largos que nadie les queda para señalar con los muñones que escriben derecho en renglones torcidos con el olvido que siempre se acuerda de resucitar, con los relojes que me echan las cuentas y no han entendido que no me he rendido, quise fracasar
que me ronden moscardones al olor de los cajones que una vez cerré por ti si palpitan cremalleras al compás de primaveras que no las quieren abrir que se caiga el sol a cachos, y con él el dios borracho que te quiso hacer sufrir que te echó su mal aliento que yo transformé en cemento para hacerte sonreír.