Escúchame mamita: Yo nunca hablé contigo Y quizá jamás lo haremos; Pero hoy he querido saludarte. ¿Cómo estás? Te he notado muy inquieta Y sé que has decidido separarte de mí.
He llorado mucho, Pues aunque soy muy pequeñito, Tengo sentimientos inmensamente grandes Y tú lo sabes. Me han dicho que la vida es muy bella, Aunque tu vivas maldiciendo la tuya.
Antes de que tú me dejes Quería preguntarte algo: ¿Por qué te avergonzaste de mí? ¿Por qué te sonrojas frente a tus amigos y a tus amigas? ¿Acaso no soy yo tu hijo? ¿Acaso no soy sangre de tu sangre, Cuerpo de tu cuerpo y alma de tu alma?
Pero aunque muy pronto Mi corazoncito dejará de latir junto al tuyo, Yo siempre seguiré viviendo en tu recuerdo Y en tu conciencia. Me hubiera gustado llegar a ser tu hijo, Tu amigo, tu compañero, Aquel motivo de tus sueños Y ese aire de tu vida; Pero tú no lo quisiste.
Después de esto No tengo mucho que decirte; Tan sólo que, Yo me había encariñado contigo mamá, Pero es triste y ha llegado el momento. Ahora sólo deja Que apoye mis labios sobre Lo mas profundo de tus entrañas, Para que jamás te puedas Desprender de este beso y de este adiós.
Pues, aunque no llegamos a ser nunca mas amigos, Aunque nunca vi tu rostro y jamás lo veré, Recuerda que yo siempre te seguiré llamando...Mamita..!