En algún lugar de la tierra está lloviendo oro No sé en donde pero hay algo seguro No es en un barrio humilde Hay una tristeza infinita en la garganta del futuro Lo sé porque también he llorado En aquella intersección
Hay un pájaro que escribe aforismos en un espejo Hay lagos que enferman, peces estresados Hay amaneceres inciertos ¿A dónde irá la saliva que no pronuncia los verbos Que nacen para morir? El preludio de la Soledad es una nota desafinada
Al final, la vida sigue igual
Un graffiti propone blasfemar a viva voz Que no existen el olvido, la distancia Y el beso sin resurrección Hay una proclama silenciosa, y un viento Que trae un rumor equivocado, y sicarios Del juego maldito de la desnutrición
Nombres que al pronunciarse abren Heridas, soledades en Perfecta compañía Sílabas, versos, sonidos, miradas Ritmos, esquemas El gozo y la desdicha
Al final, la vida sigue igual
El dinero, confundido, se desdibuja Mientras lo que se devalúa es el Corazón de nuestra especie El alma se infla de impotencia Cuando nadie observa Al niño que mendiga
Hay quien peina la pobreza para Que luzca mejor para la foto No siempre alcanza el maquillaje Hay vidrios rotos, dedos asustados Hojas amarillas engullidas por El pantano del inconsciente
Al final, la vida sigue igual
Sueñan los semáforos con un rato de Descanso; bocas con labios Eméritos subrayan sus insultos En estos tiempos, apenas se Distingue el gris del negro Y observando con atención
Un ciento uno por ciento de lo Que existe se está resquebrajando Se incrementa el cansancio que Acumulan las verdades desabridas ¿Quién ha de negarnos los últimos Metros cuadrados del paraíso?
Al final, la vida sigue igual
Se vive a los gritos Se habla a los gritos Se sueña a los gritos Incluso se piensa a los gritos Cuando se debe decir algo Importante, se hace silencio
Al final, la vida sigue igual Si es que en el siglo Xxi aún hay vida