Muchachita de mi barrio de la cita callejera que ya nunca volverá. Melancolía del recordar. Era en la calle maleva una flor, linda como mañanita de sol, y yo un estudiante soñador y amante, que no pensó que aquel romance terminaría.
Ahora que anochece ya en mi corazón, vuelve el perfume de aquella ilusión. Sueño con la luz de un claro mirar, alma a quien lloro al nombrar.
En los años de mi infancia fue el ensueño más hermoso que mi mente ambicionó, como a una diosa la amaba yo.