Berretines de ser guapo que tenías muy adentro te largaron para el centro con un cheque al portador; y una mina chiquetera con su parla, al deschavarte, se encargó de desplumarte con el cuento del amor. La patota sobradora te apodó "El Nene de Abasto". Rebuscaste para el pasto y en gayola fuiste a dar. Empezó tu mala junta fuiste chorro, prepotente, y embalado en ese ambiente de muy guapo te la das.
¡Guapo! ¡No! Vos no sos un guapo, vos sos un compadrón, la desvergüenza misma de aquel flor de varón que frente a una injusticia y obrando con razón, se escolaseaba entero llegada la ocasión. ¡Guapo! Guapo es el que labura y gana con sudor el pan que lleva a casa sin arrastrar su honor. Ni en la cara lleva tajos, ni presume de matón, ése sí que es hombre guapo y no un maula como vos.
Gambeteándole a la yuta le contás a los otarios que tenés un prontuario que confirma esa actuación; y la vas de gran troesma, de lancero y escruchante, de balurdo y asaltante, no sé con qué pretensión. Veinticinco entre barrotes en Caseros y Ushuaia y en la Penitenciaría baten justo lo que sos, un chitrulo refundido que entre el hampa hiciste sapo. Y vos te la das de guapo, ¡dequera!... pobre de vos.