La última milésima de mi felicidad Hace que emane de mi espíritu la mas dulce bondad En el abismo de lo íntimo hay fragilidad Y con paciencia acabo abriéndome con naturalidad Y callan ya las máquinas y calla la ciudad Apago el ruido en mi cabeza sí y el silencio se da Y se alza el viento de lo plácido me invade la quietud Y lo ligero e irresponsable al fin se convierte en virtud
Y si es domingo se santifica En mente en cuerpo como en ánima Y después de siete días bendito el séptimo día Y aquí tumbado me quedo en la cama a santificar Y si es domingo se santifica Como que escrito está en la biblia Y después de siete días bendito el séptimo día Y aquí agarrado a la almohada me quedo en la cama en paz
Y se abren las ventanas y siento como el sol Calienta toda y cada célula y entra en mi corazón Y suenan las campanas repican con quietud Camino de la infancia voy de regreso a la luz Y me elevo en el cielo floto como una nube De sentimientos fugaces ni horizonte ni fin
Compositores: Miguel Bose Dominguin (Miguel Bose), Massimo Grilli, Lanfranco Ferrario ECAD: Obra #12467946 Fonograma #10356314