Aquí estoy, vine a buscarte por las buenas o las malas... Y aunque tenga que arrastrarte hasta casa has de volver. Te desprecio como hermano, mas... lo hago por tu madre; por lo tanto que te llora con lo poco que valés...
Vos... que fuiste el mimado salís con ese pago. Vos... que nunca te has pagado ni la ropa que llevás. Hoy, al verte tan cambiado me pregunto avergonzado: ¿sos... el mismo que ha llenado de sombras nuestro hogar?
Hoy tenés los veinte años que son toda una fortuna. No sufriste un desengaño, ni sabés lo que es vivir. Si querés una muchacha para amarla con locura, hay un mundo de ternuras, pero está lejos de aquí...