En una exacta foto del diario, señor ministro del imposible, Vi en plena risa y en plena euforia y en pleno gozo su rostro simple. Seré curiosa, señor ministro, ¿De qué se ríe? ¿De qué se ríe?
De su ventana se ve la plaza Villamiseria no está visible. Tienen sus hijos ojos de mando pero otros tienen mirada triste. Aquí en la calle suceden cosas que ni siquiera pueden decirse Los estudiantes y los obreros ponen los puntos sobre las íes Por eso digo, señor ministro, ¿De qué se ríe? ¿De qué se ríe?
Usted conoce mejor que nadie la ley amarga de estos países. Ustedes, duros con nuestra gente, por qué con otros son tan serviles. Cómo traicionan el patrimonio mientras el gringo nos cobra el triple. Cómo traicionan, usted y los otros, los adulones y los serviles. Por eso digo, señor ministro, ¿De qué se ríe? ¿De qué se ríe?
Aquí en la calle sus guardias matan y los que mueren son gente humilde. Y los que mueren son gente humilde y los que quedan, llorando rabia, seguro piensan en el desquite. Allá en la selva sus hombres hacen sufrir al hombre y eso no sirve. Después de todo usted es el palo mayor de un barco que se va a pique. Por eso digo, señor ministo, ¿De qué se ríe? ¿De qué se ríe?