Siempre he sentido una deuda con los que me trajeron a este mundo y puedo alomejor tratar de ser uno de tantos buenos hijos. Sin embargo, sigo en deuda, y como le digo a mi madre que no le pagaré ni con la muerte ni con la misma vida todo lo que ella me ha dado.
Y esto va camaradas que me escuchan através de este producto algo para... nuestras viejas preciosas... nuestras madres, es un breve pero profundo mensaje, bueno un mensaje a ti.
Madre, tú que sabes a quién referirte vieja, que conoces el idioma del alma mamá... no me dejes solo en esta vida y pide por mi salvación. Tú que tan sólo poniendo tus lindos ojos arriba, el cielo se aclara mamá, no me dejes sólo vieja y pide por mi salvación.
Mamá, es posible que sigas buscando los clavos de una cruz para clavarlos en tu manos y nosotros tus hijos quedar de un dolor justo y necesario. Con qué pagrate todo esto madre mía, si aún con mi canto, aún con mi lucha, aún con la vida y con la misma muerte mamá, aún así te quedo debiendo.
Por eso tú que conoces el idioma del alma y que hablas con el Señor... con el de arriba, no me dejes sólo mamá pide por tus hijos, por el más pequeño de tus hijos, pide por mi salvación.
Y de repente recuerdo el origen de mi madre que tanto estraña a la abuela, que tuve la pcoa fortuna de copartirlo con ella un breve tiempo, pero créanme muchachos, amigos míos, señores, damas, que si pudiera retroceder el tiempo de haber nacido a la par de mi abuelo, seguramente me hubiera ido con él, y no me queda más remedio que decir una canción... esta.
CANTADO:
Quisiera saber cuál es el camino al cielo, al menos saber si existe domicilio alguno, para poder escribirle una carta a mi abuelo.
Quisiera saber si acaso existe aeronave, que me pueda llevar al otro lado de lo incierto, para saber qué tan cerca estoy de lo cierto.