La locura de no volver a verte enciende en la piel hogueras de nieve. Aunque brilla el sol, sobre mí llueve el miedo de perderte, necesito decirte te quiero.
Y la noche es la mano de fuego que puede quemar tu cuerpo de olvido. Tengo el corazón cojo y herido y el alma por el suelo, necesito decirte te quiero.
Me beberé tu boca y debajo de tu ropa dibujaré la luna, las estrellas una a una, alrededor de tu ombligo.
Me beberé tu boca y debajo de tu ropa inventaré otro cielo en que el deseo es un vuelo y a bordo tú irás conmigo. Me beberé tu boca.
La locura de no volver a verte es como la sal entre las heridas, ando con los pies en carne viva, tan sólo por sentirte, necesito decirte te quiero. Los días son como la cuchilla, que me corta el aire que yo respiro. Me cuesta vivir siempre en el filo de esa maldita angustia, necesito decirte te quiero.
Me beberé tu boca y debajo de tu ropa dibujaré la luna, las estrellas una a una, alrededor de tu ombligo.
Me beberé tu boca y debajo de tu ropa, inventaré otro cielo en que el deseo es un vuelo y a bordo tú irás conmigo. Me beberé tu boca.
Me beberé tu boca y debajo de tu ropa inventaré otro cielo en que el deseo es un vuelo y a bordo tú irás conmigo.