(Texto transcrito a partir de la versión cantada por Silvina Urbina en el disco “El folklore no ha muerto, mierda”, es decir, usando el lenguaje de las zonas rurales del sur de Chile y desde el punto de vista amoroso de una mujer)
Cridando un cuervo me hallaba sin dentrar en la sospecha cuando me sacó los ojos, cuando me sacó los ojos y no vi la luz despierta,
y no vi la luz despierta.
Despierta miré lo oscuro a la plena luz del día pero ya se había volado, pero ya se había volado el que tanto yo querida,
el que tanto yo querida.
Querida morir de veras: mi pecho cortó un sollozo porque el cuervo que cridaba, porque el cuervo que cridaba se fue y me llevó los ojos.
Se fue y me llevó los ojos.
Versión del libro “Cantología”, fechada en 1969:
Criando cuerva me hallaba sin entrar en la sospecha cuando me arrancó los ojos, cuando me arrancó los ojos y perdí la luz entera,
y perdí la luz entera.
Con pupila entera miro a la plena luz del día pero ya se había borrado, pero ya se había borrado la que tanto yo quería,
la que tanto yo quería.
Quería morir de veras: mi pecho partió un sollozo pues la cuerva que criaba, pues la cuerva que criaba se fue y me llevó los ojos.
Se fue y me llevó los ojos.
*Obs: Composição do álbum "El folklore no ha muerto, mierda" (CBS - 1.968), sendo solista a Silvia Urbina, devido a linguagem da zona rural do sul de Chile e de ambiente amoroso na visão feminina.