(Dedicado al Che Guevara. Escrito en Budapest en octubre de 1967)
Como la sombra de la sombra hacia la selva se adentró, días enteros caminó con el fusil y la razón. Entre las lianas reposó, sobre las víboras cruzó, de clara pólvora vistió y a los pastores desplegó buscando fuerzas para hallar la libertad agonizante
y así fue que un día cayó en la sierra el claro Comandante.
Su nombre ardió como un pajar y la ceniza se esparció, un viento fiero la tomó, por los caminos la llevó. Y en cada sitio de la tierra donde por él veló un pastor, donde un obrero le leyó, donde un poeta le escuchó y un combatiente le siguió (1) creció el silencio ante su nombre
y así es que vuelve a revivir el Che en la lucha de los hombres.
El Che es tal vez un muerto más, (2) pero su rayo relumbró cuando la ráfaga cortó su sangre en dos lagos iguales. El mes de octubre se trizó como un volcán o un vidrio azul, la inquieta América escondió su fría furia de metal, y de la sierra al litoral abrió el dolor su flor amarga
y era un asombro su final y es la batalla que se alarga.
¡Pastor de la selva: adiós!
Adiós, Comandante, adiós.
Hasta la victoria, adiós. (3)
*Obs: Composição do álbum "Canción sin limites" gravado em Habana, Cuba em 1.974 com participação da orquestra EGREM (EGREM, Cuba - 1.978).
Nota:
Nas versões posteriores a gravação de 1.971 Patricio Manns canta:
(1): y un estudiante le escuchó / y un campesino le siguió (2): Él es tal vez un muerto más (3): ¡Pastor de la sierra: iré! / Iré, Comandante, iré. / Hasta la victoria iré.
Na versão de “Karaxú live” canta:
donde un obrero lo leyó / y un estudiante lo escuchó / y un campesino lo siguió.