Primavera de mis veinte abriles, relicario de mi juventud, un cariño ignorado soñaba y ese sueño ya se que eras tú... Cuántas veces rogaba al destino ser esclavo de mi sueño azul. Hoy que se lo que cuesta un cariño ya no puedo con mi esclavitud.
Quisiera amarte menos, no verte más quisiera, salvarme de esta hoguera, que no puedo respirar. No quiero este cariño que no me da descanso, pues sufro si te alcanzo y luego no se vivir. Quisiera amarte menos, porque esta vida ya no es vida, mi vida está perdida de tanto quererte. No se si necesito tenerte o perderte. Yo se que te he querido más de lo que he podido. Quisiera amarte menos buscando el olvido, y en vez de amarte menos, ¡te quiero mucho más!
Ya lo se que entre dos que se quieren el cariño distinto ha de ser. Mientras uno da entera su vida, otro sólo se deja querer. Ya lo se, y sin embargo no puedo Conformarme con quererte yo. Tengo miedo que nunca termine esta dura condena de amor.