Unidos en la muerte, y juntas sus guitarras Cayeron los muchachos siguiendo a su zorzal. Parece que el destino, ingrato, le envidiara Los triunfos de su vida, que nadie igualará. Unidos en la muerte, cayeron los centauros De nuestro cancionero, glorioso y popular. Llevando por el mundo, el tango a flor de labio El cual entró en europa, por nuestro mariscal.
El cóndor colombiano, celoso lo acechaba Agazapado y frío, allá en medellín. Pa' darle la revancha, al rey de nuestra pampa Al zorzalito criollo, que es donde halló su fin. El cóndor en las alturas, no permitió que nadie Cruzara con su canto, el espacio triunfal. Y así, que lo esperaba traidor y sanguinario Pa' desatar sus iras, cual recia tempestad.
Lejos de buenos aires, pagaron con sus vidas Los bravos mosqueteros, de nuestra tierra ideal. Con esa infausta suerte, que nunca merecieron Los criollos que murieron, por la fatalidad. Hoy quedan en los montes, los pájaros muy tristes Calandrias y jilgueros, no quieren más cantar Están todos de duelo, de luto las guitarras Sus cuerdas destempladas, también llorando están.