No llores, no muchacha, la gente está mirando bailemos este tango, el tango del adiós... así entre mis brazos, mirándote a los ojos yo quiero despedirme sin llanto y sin dolor... La vida caprichosa nos puso frente a frente prendiendo en nuestro pecho la hoguera de un querer, mas hoy, la misma vida nos manda separarnos el sueño de querernos, ya ves, no puede ser...
Bailemos como antes, cariñito, abrazados, bien juntitos, sólo un alma entre los dos... Bailemos que no vea en tus pupilas una lágrima furtiva, ni una sombra, ni un dolor... Bailemos que después ya sin tus ojos he de arrancar un sollozo por mi amor y por tu amor... Siempre estarás en mi desvelo ¡como una estrella en el cielo prendida en mi corazón!
No intentes rebelarte, lo nuestro es imposible, un sueño irrealizable que nunca floreció, qué importa que nos una un mismo sentimiento y encienda nuestras almas la antorcha del amor... Que tengas mucha suerte, que Dios no te abandone, yo sé que a mí me espera la eterna soledad, no tiembles en mis brazos, te ruego me perdones, el tango ya termina... salgamos a llorar...