Otros ritmos pretendieron desplazar a nuestro tango, te acordás del bugui-bugui y el ruidoso charlestón. Mucho ruido, pocas nueces, pura espuma como el mambo, fueron ritmos que pasaron pero el tango se quedó... Perdoname este retruque, pero che ya estoy cansado, me duele como argentino tu desprecio hacia el gotán. Para mà y para todos, primero siempre es el tango. Alma, nervio, vida y sangre del alma de mi ciudad.