Me enseñaste a no fumar sin desayuno, me enseñaste a dividir, que la suma de uno y uno siempre es uno, si se aprende a compartir.
Me enseñaste que los celos son traviesos, que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad. Me enseñaste a ser pareja en libertad. Me enseñaste que el amor no es una reja y que es mentira la verdad.
Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda, sino el que no te molesta. Me enseñaste que abrazado a tu cintura todo parece una fiesta. Me enseñaste muchas cosas de la cama, que es mejor cuando se ama, y que es también para dormir. Me enseñaste entre otras cosas a vivir. Me enseñaste que una duda pesa más que una razón, pero fallaste mi gurú, se te olvidó enseñarme qué hago si no estás tú...
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte, desde filosofía hasta como tocarte, a saber que el afrodisíaco más cumplidor, no son los mariscos sino el amor, pero no me enseñaste a olvidarte...
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte, a convertir una caricia en una obra de arte, a saber que los abogados saben poco de amor, y que el amor se cohibe en los juzgados, pero no me enseñaste a olvidarte, pero no me enseñaste a olvidarte...
Donde se apaga el amor que quedó, no encuentro el interruptor, si hay que aceptar que nuestra historia voló de dónde saco el valor...
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte...
Compositor: Edgar Ricardo Arjona Morales (Arjona Ricardo) ECAD: Obra #483851 Fonograma #12372117