Anclado en la penumbra de la desolación, Perdido en algún sitio de la gran constelación, Sentado en mi butaca de piedra o de cartón, Allanda las llamadas de la civilización. Entregado al pensamiento, a la magia, recluido en mi prisión, Absorbiendo de este mundo la belleza y el poder de la razón, Escucho las estrella sin miedo a envejecer, El viento trae recuerdos, los recuerdos del ayer, La fuerza es mi aliada, la guardo en un caján, Batallan mis ideas mientras buscan mi canción. Entregado al pensamiento, a la magia, recluido en mi prisión, Absorbiendo de este mundo la belleza y el poder de la razón. Aqui habéis, escuchado mis palabras, Comprenderéis lo que dice mi señor, Entenderéis lo que siembra la alegría, Y sentiréis la presencia de mi Dios. Aqui habéis, escuchado mis palabras, Comprenderéis lo que dice mi señor, Entenderéis lo que siembra la alegría, Y sentiréis la presencia de mi Dios. Atrapado en mi celda, luchando por salir, Mantengo la esperanza de volver a sonreír, Despertar de mi sueño, Vivir la realidad, Y enterar los recuerdos que atormentan sin cesar. Entregado al pensamiento, a la magia, recluido en mi prisión, Absorbiendo de este mundo la belleza y el poder de la razón... Razón...