Él tiene un aparato de doble tracción, de doble traición a sangre. Levanta mi pollera con el dedo mayor, con un tímido ardor, que arde.
Y no sabe lo que me pasa y no sabe a dónde va a parar y no sabe lo que le pasa, nunca sabe.
Él tiene más problemas que este raro país que este enfermo país de sangre. No hay puta coincidencia entre las cosas que siente y las cosas que dice o hace.
Y no sabe lo que me pasa y no sabe a dónde va a parar y no sabe lo que le pasa, nunca sabe.
No saber nada es una fea costumbre. No saber nada es una bomba de tiempo, de tiempo poco feliz.
Él tiene un aparato de doble tracción, de doble traición a sangre. Resbala con la lluvia, no soporta el calor, no soporta el amor que late.
Y no sabe lo que me pasa y no sabe a dónde va a parar y no sabe lo que le pasa, nunca sabe.
Él tiene ojos de gato y un gestito infantil, varias pecas en la espalda, dos canas en el pecho y un cuadro fatal de resistencia compacta.
Y no sabe lo que le pasa y no sabe a dónde va a parar y no sabe lo que me pasa, nunca sabe.
No saber nada es una horrible costumbre. No saber nada, es una bomba de tiempo, de tiempo poco feliz poco feliz, poco feliz, poco feliz...