Yo siempre te he querido, bien lo sabes desde el primer centímetro de vida. Vos me diste protección y un cielo dónde descansar y la tarea de obtener valor, confianza en mí.
La gente que rechaza su destino transcurre en el destino de los otros, no se animan a jugar y hasta se esconden para llorar viejas costumbres en la educación de la niñez.
Esas caras vuelven a ser las mismas se repiten hasta cansar, como un hit suena y suena casi me causa risa pobre música no da más.
A veces soy bastante caprichosa y eso me trae mis buenos problemas. Nunca vuelvo, siempre voy, en busca de otra dirección que me permita una opción más feliz, más natural.
El hilo de la vida se reduce, los inocentes caen como moscas. ¿Quién se atreve a ser genial en un planeta tan brutal? ¿Quién pone amor, quién tiene claridad, quién siente a quién?
Esta herencia de padres malcriados es una maldición de Dios y su fe. Por los siglos de almas desencontradas merecemos la rendición del diablo.
Yo siempre te he querido, bien lo sabes desde el primer centímetro de vida. Vos me diste inspiración y libertad para elegir esta tarea de obtener valor, confianza en mí.