Para no hacer de mi Ăcono pedazos, para salvarme entre Ăşnicos e impares, para cederme un lugar en su Parnaso, para darme un rinconcito en sus altares. me vienen a convidar a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda, mi vienen a convidar a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda.
Yo no se lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios, que será divino. Yo me muero como vivĂ.
Yo no se lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios, que será divino. Yo me muero como vivĂ.
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio.
Yo no se lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios, que será divino. Yo me muero como vivĂ.