Un oscuro desván repleto de sueños rotos, rotos por un presente demasiado vulgar, la dura realidad golpea la mente mientras caminas por las calles en las que aprendiste a andar, ennegrecidas y estrechas como el barrio entero, la sirena señala el cambio de turno, pero ya no hay turno para ti, tampoco pa tu viejo también lo han puesto en la calle.
Reconversión, desolación, salvaje desolación, sigues caminando mirando a tu alrededor, escupes al suelo con rabia, te comes las entrañas, ke opciones te dan, constante explotación, inseguridad, tu cabeza es una olla a presión.
¡Paro, paro! Te sientes fracasado ¡paro!, ¡paro! No tienes 30 años y cada vez te hundes más, cada vez más moskeado cada vez más moskeado, te asaltan las dudas, de la angustia no puedes huir despiertas por la noche apesadumbrado por el porvenir y no puedes pegar ojo pensando en solucionar, problemas que no parecen tener un feliz final ¡no tendrán final feliz!
Rutina y desolación invaden tu triste realidad pero no estás solo en la ruina, miles de personas se asquean al pensar, no hay oportunidades, no hay salida, se quieren suicidar en el fondo del desván, junto a sus sueños rotos y su presente sin futuro